Con motivo del aniversario del descubrimiento de los rayos X por Wilhelm Roentgen en 1895, se celebra el Día Mundial de la Radiología el 8 de noviembre de cada año.
La radiología es una especialidad médica que se sirve de dispositivos médicos para detectar, diagnosticar y tratar enfermedades o lesiones, así como para verificar el estado de salud de un paciente. Todo ello se hace a partir de imágenes del interior del cuerpo que los médicos radiólogos interpretan y analizan. Gracias a la radiología, en la actualidad se pueden curar fracturas, poner prótesis adecuadas a cada situación, observar la evolución y desarrollo de los fetos, e incluso conocer la condición real de un cerebro. Y todo esto, sin que el paciente deba ser ingresado a un quirófano o sufra durante su diagnóstico. Con motivo de la pandemia del coronavirus, el diagnóstico por imágenes, el análisis de laboratorio, y la clínica médica, se convirtieron en ejes fundamentales contra esta enfermedad. Permite detectar la presencia del coronavirus a nivel faringe-pulmonar.
En este día, también podemos nombrar algunos de los riesgos que conlleva ser radiólogo, como lo son el desarrollo de diferentes tipos de cáncer, mutaciones genéticas, infertilidad, enfermedades cardiovasculares, pérdida del cabello, problemas en los riñones, entre otros. Para evitar tales problemas, es necesaria la utilización de un traje especial, o trabajar en una cabina blindada, además, debe tener largos periodos de descanso en su profesión y saber cuál es el nivel mínimo indicado de radiación para cada tipo de placa.
Por eso, este 8 de noviembre, saludamos a todos los y las profesionales en su día.