Se celebra anualmente el 10 de septiembre, está organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El evento centra la atención en el tema, reduce el estigma y crea conciencia entre las organizaciones, los gobiernos y el público, dando un mensaje singular de que el suicidio se puede prevenir.
El lema del Día Mundial de la Prevención del Suicidio 2024-2026, "Cambiar la narrativa", tiene como objetivo derribar barreras, como el estigma, crear conciencia y crear una cultura de comprensión y apoyo para prevenir el suicidio. Todos, individuos, comunidades, organizaciones y gobiernos tienen un papel importante que desempeñar para cambiar la narrativa sobre el suicidio.
“Los suicidios y autolesiones representan un problema grave de salud pública y están atravesados por múltiples variables. Como lo define la OMS, influyen en esta problemática distintos factores interrelacionados de orden individual-personal, biológico, psicológico, sociocultural y comunitario”, explicó Valeria Cleñan, Coordinadora de Guardias interdisciplinarias de Salud Mental en el Hospital Centenario.
La integrante del servicio de Salud Mental manifestó que “desde el Hospital Centenario contamos con varios dispositivos, de urgencia, ambulatorios y de internación, donde se abordan diferentes padecimientos de salud mental, en distintas instancias, entre los cuales se atiende los intentos de suicidio, ya sea de usuarios o de familias afectadas por dicho evento”.
“Contamos actualmente con una guardia interdisciplinaria de salud mental que funciona las 24 horas de lunes a lunes y que está conformada por diferentes disciplinas de la salud mental, entre ellas, psicología, médicos en formación, terapistas ocupacionales, acompañantes terapéuticos y trabajadores sociales”, detalló.
“Se realiza atención tanto a usuarios como a familiares con diferentes padecimientos de salud mental, como psicosis, consumo problemático, depresiones, duelos, crisis vitales y, por supuesto los intentos de autoeliminación y/o autolesiones”, remarcó la profesional.
En este aspecto, comentó que hay “consultorios externos de psicología y psiquiatría donde se inician los tratamientos a largo plazo. Esto implica poder trabajar cuestiones que pudieron motivar dicho acto”, y además está la Sala de Internación donde “se aloja a aquellas crisis/descompensaciones que no pueden ser tratadas desde lo ambulatorio. Las internaciones siempre son pensadas como el último recurso terapéutico, es decir, cuando todas las otras instancias ambulatorias fracasaron o no dieron resultado”.
Además, mencionó que hay espacios grupales, donde “transitan
diferentes estadios de la vida del ser humano, niñez, adolescencia, adultez”.
Las pautas de alarma
“Quien decide tomar esta decisión es porque está viviendo un horror, un sufrimiento interno y les cuesta mucho poder ver las cosas buenas que familiares o amigos intentan inculcar. No es que no quieren, porque no se trata de la voluntad de estar bien, sino es que no pueden. Hay algo de ese sufrir que les impide encontrar otras alternativas que tengan más que ver con cuestiones más vitales”, contextualizó Cleñan.
En ese punto, marcó que a lo que podemos estar atentos es a los “multifactores que pueden llevar a intentarlo”. Los mismos son:
-Perdida de interés: dejan de hacer cosas que le gustan.
-Se aísla y pierde contacto con sus allegados.
-Expresa, aunque sea en chiste, que tiene intenciones de no vivir más (Existe un mito “que quien avisa no lo hace”).
-Cambia su rutina habitual, el hábito de comer y de dormir.
-Comienza a despedirse y/o regala sus cosas.
-Sentimientos de abatimiento y desesperanza.
-Cambios de humor.
-Dificultad para concentrarse, estudiar y bajo rendimiento académico.
Además, hay “factores que aumentan la probabilidad”:
Antecedentes familiares, intentos previos, pérdidas recientes, escasa red
familiar y violencias.
“Es de suma importancia poder armar redes de contención, de acompañamiento, apelar a diferentes espacios de nuestra ciudad, sea el hospital, los Centros de Asistencia Primaria de la Salud (CAPS) municipales, las organizaciones sociales, escuelas o clubes”, aseveró Cleñan, quien opinó que hay que ”actualizar y apostar a políticas públicas en materia de prevención y promoción, sobre todo en las poblaciones más vulnerables (niñeces y adolescencias) que están en plena constitución de su personalidad y que, hoy en día se encuentran expuestos a las redes sociales (bulling, juego compulsivo, groming, etc.).
También desmitificó que “desarrollar campañas masivas en diferentes medios de comunicación y hablar de suicidio provoca actos de autolesión ni intentos de suicidio”.
“Trabajar de manera conjunta, fortaleciendo la articulación y comunicación entre las diferentes áreas de salud, municipio, educación, comunidad, teniendo como objetivo concientizar acerca de una problemática altamente compleja que todavía está atravesada por el estigma, la vergüenza, los juicios de valor y el desconocimiento de dicho sufrimiento”, concluyó Valeria.
Por urgencias de salud mental en Entre Ríos, comunicarse al 0800-777-2100
La línea es atendida las 24 horas por profesionales de la
salud.